El agua mejor en jarra

 

agua en botellas de plástico

agua en botellas de plástico

La venta de agua embotellada se ha convertido en uno de los síntomas de un sistema global que prima el beneficio económico frente al perjuicio medio ambiental. Aunque lo que se venda sea un artículo de primera necesidad.

Siendo el suministro de agua uno de los pilares del asentamiento urbano las ciudades actuales, y los comercios que en ellas se ubican, se sustentan en dar la espalda a la necesidad de cubrir la necesidad básica de paliar la sed. Salvo que se pague para ello.

Dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se encuentra uno que estuvo pensándose en incluirse en todos los demás y que, finalmente, se quedó como el Objetivo nº6 que es el Acceso al agua (Garantizar la disponibilidad de agua su gestión sostenible y el saneamiento para todos). Dentro del Objetivo 6 se encuentran sus metas siendo la primera (6.1) que “Para 2030, lograr el acceso universal y equitativo al agua potable, aun precio asequible para todos”. Todos los términos que en esta meta están subrayados están definidos de manera unívoca y son mesurables. Estas en el primer mundo no nos exime de este objetivo y, siendo evidente, que verse en la obligación  de comprar el agua embotellada en nuestras calles y en nuestros comercios para paliar nuestra sed no es cumplir con esta meta.

El impacto medioambiental que produce el agua embotellada es conocido y medible. Al igual que defendemos la limitación de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de los vehículos de combustión para preservar nuestro mundo, debemos limitar y/o prohibir los procesos de aquellas industrias que en su actividad perjudican al medio ambiente. Y, entre éstas, se encuentran, sin duda, las empresas embotelladoras de agua.

Estas empresas comercializan un artículo de primera necesidad, el que más, y han sabido implicar al sector público y al hostelero que han entrado a formar parte del enorme negocio de vender agua.  Agua que sale del grifo cuando se abre, en condiciones idóneas para ser consumido, con el menor perjuicio medioambiental posible, y, la mayor de las veces, de mejor calidad que la embotellada.

Este vicio pernicioso debemos pararlo, normalizar la venta de agua y facilitar su acceso. Para lo que proponemos lo siguiente:

  • Aumento de puntos de acceso al agua allí donde se produzca concentración de personas.
  • Inventario de fuentes en la web de fácil acceso.
  • Habilitar puntos de venta/devolución de envases ecológicos y reutilizables para portar agua (recogida y devolución reembolsable).
  • Obligar por normativa a la puesta en disposición o venta de jarras de agua del grifo en los locales de hostelería, con un precio máximo establecido (igual que la bombona de butano).
  • Campañas de concienciación del público y los empresarios hosteleros sobre el impacto medioambiental del agua embotellada.
  • La prohibición de botellas de agua de <1,5 litros en envases no reutilizables.

 

Como medida de presión propongo elaborar dípticos e informar a los comerciantes del sello de “El agua mejor en jarra” y elaborar una app donde se pueda ver que comercios ponen jarra a disposición de sus clientes y cual no, relacionar esto con p.ej. Tripadvisor como sello de calidad e información.

 

 

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